lunes, 9 de febrero de 2009

Con el brownie en la mano...

Cómo es posible poder querer tanto a alguien en tan poco tiempo?
Esta pregunta fue formulada por mi querida Perla la otra anoche, entre caballitos de tequila y comida mexicana... ohh sí, el que estemos lejos de nuestros queridos pueblos no impide que deliciosos manjares de esas tierras lleguen a nuestros paladares!

Al principio pensé que mi hermanita se refería a algún hombre de su vida o a alguno que en ese momento había pasado frente a ella robándole el corazón (no no, eso sería realmente muy poco tiempo, jaja...). Pero fue hermoso saber que en realidad se refería a esta bellísima amistad-hermandad que se ha dado entre estas cuatro mujercitas...

Cada vez compruebo con mayor certeza que el tiempo es muy relativo y que en realidad no importa tanto la cantidad, sino la calidad de tiempo. Además de que no es lo mismo convivir con personas de vez en cuando, que vivir con ellas y compartir momentos como los que estamos viviendo de este lado del charco. Aquí, tan lejos de la realidad a la que estábamos acostumbradas, somos un apoyo las unas para las otras, somos a quienes recurrimos cuando nos sentimos felices, tristes o simplemente queremos pasar el rato viendo alguna película o tomando un cafecito y filosofando por horas... y de este modo, más que amigas nos convertimos en familia, ya que aprendemos a conocernos en las buenas y en las malas... a la hora de estar con la copa en la mano o recién despiertas, cuando no nos da la gana platicar de absolutamente nada...

Definitivamente esta ha sido hasta el momento una gran aventura llena de aprendizaje... Y se que solamente es una etapa de nuestras vidas, pero si algo permanecerá para siempre, eso será está hermosa amistad... snif, snif...


Y qué buenas pláticas ha escuchado este pequeño y delicioso testigo, jajaja...

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